MUJERES QUE CREAMOS Y SOÑAMOS - 1 AÑO

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domingo, 31 de octubre de 2010

EL LEGADO DE MI ABUELA - Sofía Catalán Villalobos

No puedo llamarla abuelita, porque para mí siempre fue mi ABUELA.
Era una mujer alta y corpulenta, blanca y siempre en su cara había un rosado que hacía resaltar con sus ojos grises, pues no eran café ni negros ni azules. Tenía una firmeza en su expresión y en su manera de ser que la hacían especial.
Quedó viuda muy jóven con cuatro hijos a criar, no se amendrentó y siendo analfabeta buscó trabajo y encontró en lo que sus capacidades podían ofrecerles, empleada doméstica en una casona de familia extranjera muy adinerada que pertenecía a la sociedad porteña. La casa era grande, linda, elegante y con muchas dependencias. Con sus fuerzas y sus ganas de trabajar fue escalando lo que se puede escalar en ese trabajo, llegó a lo que toda empleada doméstica en esos tiempos anhelaba ser, Ama de Llaves. Tenía a su cargo a la servidumbre de la Casa Señorial, entre ellos domésticas, cocheros, jardineros y la vigilancia en el cuidado de los niños.
Sus propios hijos recibían el cuidado de su hija mayor. Mi abuela como ella era analfabeta, no queria que sus hijos lo fueran. En esos tiempos se enviaba a colegios de enseñanza superior sólo a los varones,es así que los dos hijos hombres fueron al Colegio Católico Salecianos, uno de esos fue mi padre que aprovechó sus estudios y llegó a ser empleado de la empresa Importadora Weir Scott.
Mi intensión en esta nota es hablar de la fuerza inspiradora de mi abuela por defender sus derechos como trabajadora que, a pesar de todo sus quehaceres, se hacía el tiempo para ir a la Asociación Unión y Fraternidad Obrera. Por esos años existía muchas de esas organizaciones que agrupaban a los distintos trabajadores.
Yo la acompañaba a alguna de sus reuniones y ella siempre con su voz fuerte y segura, hacía sus reproches en sus intervenciones. Allí junto con sus compañeras hablaban y discutían las labores que desempeñaban y las exigencias que tendrían que hacer y no permitir ningún abuso por parte de los patrones.
Fue dirigente de la Asociación Unión y Fraternidad Obrera hasta que su voz se apagó con la muerte.
Mi abuela dejó en mí el legado: “ DE QUE NO POR SER MUJER UNO NO VA A DEFENDER SUS DERECHOS Y TENEMOS QUE LEVANTAR LA VOZ CUANDO SEA NECESARIO.”

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