Naci y me crie en Valparaiso,hija de una familia numerosa de 10 hermanos,4mujeres y 6hombres, yo era de las menores. Realice mis estudios primarios y secundarios en Valparaíso y los cursos de normalista,para lograr mi titulo de maestra en Santiago. Me casé con el amor de mi juventud, con el cual tuve tre hijos. Siempre fui la hija ejemplar la que no causa problemas ni en la casa ni con los estudios. Siempre quise ser la hija, hermana, esposa y madre perfecta, pero no me daba cuenta que nadie es perfecto. Mi familia de clase media jamás se preocupó de la política y en casa se leia todos los días el diario El Mercurio de Valparaíso, nunca vi a mi padre que era el único que trabajaba demostrar sus tendencias políticas y en esa indiferencia fuimos creciendo, hasta que apareció Salvador Allende como candidato a la presidencia y uno de mis hermanos que trabajaba en ferrocarriles del estado en esa época, se hizo militante del partido socialista y dirigente sindical, me interesaba escucharlo cuando hablaba de defender los derechos de los trabajadores. Fué ahi que me di cuenta que yo no era una persona indiferentes a los problemas sociales y me surgieron las ganas de luchar y defender los derechos de los más desposeídos. En el mismo tiempo, otro de mis hermanos que tenia casi la misma edad que yo, comenzó a militar en el partido Radical, alli sentí que yo calzaba mejor. Al comenzar a trabajar como profesora me di cuenta que no podia ser un miembro pasivo en mi gremio y a pesar de estar casada, con tres niños pequeños que cuidar y a cargo de mi hogar, siempre cumplí con mis deberes del gremio y de ciudadana, representando a mis colegas en las reuniones gremiales, participandp en todas aquellas manifestaciones y huelgas que se hacian en Valparaíso y Santiago para conseguir mejores sueldos, etc. Mi marido nunca fue un obstáculo para que yo participara en estas actividades y hacer lo que mi conciencia me dictaba, estoy hablando de 50 años atras. Fue así que me fuí formando y a la vez formando a mis hijos con la preocupación que fueran los mejores alumnos, todo eso me hacía feliz. Cuando Salvador Allende salió elegido Presidente de la República, mi esposo trabajaba en la Empresa Nacional de Minería de Quintero y fue trasladado a Santiago, yo a la vez tuve que trasladarme tambien con mis tres hijos.A los dos años en nuestra nueva residencia estábamos felices ya que se estaba cumpliendo el sueño de construir una patria socialista donde los trabajadores tenian un lugar privilegiado y el gobierno popular cumplía las promesas de hacer efectivas aquellas leyes que favorecían a los trabajadores y a los más desposeídos, nacionalizaba los recursoso naturales que le pertenecían al país, como el cobre y otros minerales y traspasaba al Area Social aquellos bancos y empresas que se consideraban estratégicas para la economía del país y otras medidas importantes en ese sentido. La derecha desesperada porque se le estaban quitando sus privilegios, junto a los gremalistas del comercio y camioneros comenzaron a crear un caos, escondiendo alimentos y creando el Mercado negro, para que el pueblo se desilusionara y facilitar así el camino para dar el golpe de estado, también a ellos se unieron el colegio de medicos y otros. Pero el pueblo organizado hizo frente a ellos creando brigadas voluntarias donde con orden del gobierno se habrian los negocios para que luego las JAP, que la constituían las juntas de vecinos, repartieran los alimentos que estaban acaparados, tambien se crearon brigadas de jovenes para repartir alimentos en las poblaciones y otras brigadas que manejaban camiones donde distribuian a los negocios todo lo acaparado en las industrias, donde los mismos trabajadores denunciaban a los empresarios que realizaban estos actos delictivos. Los jovenes de derecha ponian bombas y se respiraba un ambiente de inseguridad, a pesar de las manifestaciones de apoyo que recibía el gobierno popular de parte de los trabajadores, estudiantes, mujeres, organizaciones culturales, poblacionales e intelectuales. Hasta que llegó ese fatidico día 11 de septiembre y se produce el golpe militar, ese dia era el dia del MAESTRO en Chile y a pesar que mi escuela me quedaba a kilometros de mi casa, yo me fui a pie con mis hijos atravesando todo el centro de Santiago para cumplir con mi deber, pues yo pertenecía al grupo de la Unidad Popular de mi escuela, de 20 profesoras que eramos solo cuatro eramos miembros de ese comité, las otras no participaban en politica. En este comité nos habiamos dicho si llegaba a pasar algo como el golpe, nos tendriamos que reunir en una escuela determinada, pero nunca se habló de tomar armas o cosa por el estilo, ni tampoco que existieran armas escondidas en el subterráneo, como después inventaran los militares. Bueno llegó a mi escuela, ese dia con mis hijos cerca de las 11 de la manana y no hay nadie en la escuela solo esta mi director que era el jefe del Comité de la Unidad Popular y me dice, "compañera no escuchó que los militares se tomaron el poder y que en estos momentos van a bombardear la Moneda, ya no hay nada que hacer, vayase a su casa y cuide a sus hijos". El sabía que yo tenía que atravesar cerca de la Moneda, pues mi escuela quedaba en el sector de Quinta Normal y mi casa en Estacion Central y por obligación tenia que atravesar el cordón industrial de esa zona. Me fuí con mis hijos por el centro de la calle evitando enfrentamiento, se veían los trabajadores atrincherados en las fábricas cerradas, algunos pocos con armas mirando a través de las rejas. Cuando atravesábamos la Alameda sentimos una gran explosion, despues me entero por la radio en casa de mi cuñado que la Moneda había sido bombardeada. Nos quedamos esperando que mi marido llegara de su trabajo, quien tuvo que caminar unos tres kilómetros a pié, pues todo el tránsito de vehículos estaba prohibido, solo los tanques y vehículos de militares circulaban. Al reunirnos las dos familias escuchamos en la radio que trasmitía en uno de los bandos militares que a las 17 horas comenzaba el toque de queda y que todos debían permanecer en sus casas y aquellos que desobedecieran las órdenes, los militares dispararían contra ellos. Nos fuimos casi trotando a nuestra casa para que alcanzar a llegar antes de la hora del toque de queda. Ibamos en la mitad del camino y se detiene un tanque con militares armados apuntándonos, nos hacen detener y se baja un joven con casco y le dice a mi marido "que hacen en la calle a estas horas que no sabe que es toque de queda y esto es una Guerra", cuando lo miramos fijamente nos dimos cuenta que era un primo de mi marido y nos llamo la atención por andar exponiendo a los niños, nos advirtió "nada de salir de la casa ni al ante jardin y asegurar las ventanas". En ese momento comprendí que esto era en serio y no se podia desobecer las órdenes. Cuando ya estabamos en casa asegurados escuche el bando en que dan la noticia de la muerte de nuestro querido presidente Allende, no pude controlarme lloré y lloré, pues en ese momento sentí que todas mis esperanzas de ver a mi Patria socialista y que todos fueramos iguales se iban al abismo, no podia conformarme que un montón de traidores hubieran echado a pique lo que tantos chilenos habiamos soñado, no podia dejar de recordar las palabras que pronunció Allende a las 8 de la mañana cuando da a cuenta al pais que los militares se habian tomado el poder, donde estaban las anchas alamedas, triste, angustiada y llena de amargura tuvimos que aceptar lo que estaba pasando y comenzamos a colocar los colchones para proteger las ventanas de nuestra casa en Villa Moderna, ENAMI la había hecho construir para sus empleados y nosotros la habíamos comprado. Desgraciadamente estaba ubicada entre una Villa de los militares de aviación y las poblaciones marginales que estaban ubicadas en las riberas del Canal San Carlos. Es asi que en la noche se sentían balazos, explosions de bombas y los aviones que resguardaban su villa pasaban casi rozando nuestros techos. Nunca he pasado más susto que en esa epoca, todavia me queda el temor por los ruidos de los aviones. El no poder ni salir ni al antejardin era desesperante, vivir enclaustrada por miedo que te llegara alguna bala o bomba. En mi retina todavía tengo la foto de los cuatro generales cuando aparecen en la TV y hacen el discurso que se han tomado el poder por el bien del país y que se iran con las mismas manos vacias con que entraron a tomar el poder. Y pensar que años despues se descubre la tremenda millonada de dolares que se robo Agusto Pinochet. Ellos eran los que iban a limpiar el pais. Luego pasan los días y muere Pablo Neruda, sentí y aún siento una gran admiración por toda esa gente valiente que se expuso asistiendo a suss funerales gritando consignas, mientras los militares les apuntaban con sus armas. Llegó el momento que tuve que empezar a trabajar y al director que era un militante del partido comunista lo destituyen y en su reemplazo envían a una mujer, sin saber quien era, las cuatro profesoras que perteneciamos al comité de la unidad popular calladas no nos atreviamos ni a hablar, cambiaron a todo el personal de servicios menores, todos eran nuevos, no conociamos a nadie, se corría la voz que eran soplones, yo a pesar de tener una apariencia tranquila no me quedaba callada de ver las injusticias y mis colegas que me apreciaban me cuidaban y me decian que no hiciera comentarios que me podian perjudicar, pero para mí era un suplicio el dejarme atropellar.
Les contaré una anecdota: mis padres ese año 1973 cumplian 50 años de casados, ellos vivian en Valparaiso, todo lo habiamos planeado con mucha anticipacion de celebrarlos el sabado antes del 18 de septiembre, nunca estuvo en nuestra mente que podria haber un golpe, es asi que nos tomó por sorpresa y no creyendo la magnitud de esta "Guerra" decidimos continuar con este plan. Para nosotros que viajamos de Santiago a Valpariso fue una tragedia nos demoramos entre cuatro a cinco horas, cada cierto trecho del camino nos hacian bajar del bus, nos ponian ante un muro o pared y nos hacian levanter los brazos para revisarnos si llevabamos armas. Lo peor y lo que me desgarraba el alma era la impotencia por tener que dejarte atropellar sin reclamar ni nada, recuerdo que a unas jóvenes que iban con bluejean los militares con unas tijeras se los cortaron a la altura de la rodilla y a otro joven que tenía su melena larga como se usaba en ese tiempo, se la cortato a tijeretazos a vista y paciencia de todos, era como que hacian eso para ejemplarizar a los demás. En ese momento mi corazon sangraba pues tenia que ser testigo de aquellas vejaciones que un ser humano debe aguantar. Por eso cuando ahora piden que den vuelta la hoja es tan dificil hacerlo, como se puede dar vuelta la hoja,si aún no se encuentran los miles de desaparecidos y no se aplica la justicia para quienes torturaron y asesinaron a miles de chilenos. Este escrito me ha servido para sacarme adentro de mi ser todo lo que tenia acumulado sin poder relatar porque los militares nos robaron hasta la forma de pensar. Bueno con altos y bajos llegamos a Valparaiso a la celebración de las bodas de oro de mis padres, los hermanos que vivian lejos por supuesto no pudieron viajar uno estaba preso en Huasco ya que era tesorero communal de alli. Se hizo la ceremonia en la iglesia y despues se hizo la fiesta en la casa maternal con toque de queda incluido con postigos en las ventanas cerradas y con musica bajita, para que no nos pillaran, pero mi marido con los brindis que se hicieron, le bajo el sentimentalismo y se acordo de su mamá que vivia a unas cuadras de nuestra casa, y decidio ir a saludarla, varios de los familiares le hicieron ver que ya estabamos en toque de queda y era peligroso, pues si no se detenian tenian orden de disparar. A pesar de las advertencias salió no mas. Una de mis hermanas dijo cuando llegue yo le voy abrir la puerta y lo voy a amonestar, paso como un hora y golpean la puerta de calle y mi hermana dice dejénmelo a mi yo voy a hablar con el, cuando abre la puerta se encuentra con dos militares con sus respectivas armas, mi hermana casi se murio de susto, pero los militares venian solo a comprobar si él vivia alli como habia dicho y advirtieron que no se podia hacer fiestas ni reunions es asi que todo se tuvo que terminar y a ir a dormir todos. El asunto era que uno ni la mayoria de la gente creyo que esto fue una Guerra. Esta anecdota si hubiera sido en Santiago a lo mejor hubiera tenido otro final mas drastico. Nos volvimos a Santiago y seguimos trabajando y los hijos en la escuela, tratando de hacer una vida normal, pero amargada por no poder decir lo que sientes . Cuando comienza el año escolar de 1974 en el primer consejo de profesores se sorteaban las efemerides del ano como el 21 de mayo, fiestas patrias y a mi me toco el aniversario del golpe militar o sea la efemeride del 11 de septiembre, pedi, rogue, a mis colegas que eran seguidoras del regimen que me lo cambiaran por otro por cualquier otro aunque fuera mas dificil, pero nadie me lo quiso cambiar. Fué asi que ese 11 de spetiembre de 1974 fui vestida de luto riguroso y la directora cuando llegué me dijo como podia ir asi y yo le conteste eso es lo que siento, siento que mi pais esta muerto. Tuve que dirigir la canción nacional con la última estrofa, esa que habla de los valientes soldados., mientras las niñas cantaban se iban cayendo desmayadas, pues no habian probado comida del viernes, ya que muchos de sus padres estaban o detenidos o los habian echado de sus trabajos. Y ahi yo delante de ese expectaculo leyendo el discurso en que decia, que ahora si brilla el sol para los chilenos con los ojos llenos de lagrimas que no me dejaban ni leer.. En estos momentos no me acuerdo que patrañas mas habian escrito, mi triste labor fue solo leerlo. Siguió pasando el tiempo y toda clases de peripecias, llegamos al año 1976, un dia estoy trabajando y me llama la directora y me dice que tengo una llamada telefónica y corri atenderla, pues mi marido no habia llegado en toda la noche ni en la mañana, porque cuando tenian mucho trabajo se le pasaba la hora y como no habian buses por el toque de queda con su amigo y vecino se venian a pie y mas de una noche lo pillaron los milicos y pasaba la noche en el reten que habia cerca de la casa, pero lo soltaban temprano y llegaba a casa a cambiarse ropa y seguir trabajando, pero esa vez no fue asi. No llegó por esa razón la llamada telefónica para mi era tan importante, eran como las 11 horas y me dice ayer me tuvieron detenido y me acaban de soltar. No te puedo contar por telefono en casa conversamos. Yo no hallaba a la hora de poder saber que le paso y cuando llega a casa me cuenta que ese dia habia salido temprano de la oficina como a las 18 horas y va caminando por Mac Iver la calle de la Enami y pasa un auto y el lo mira se da cuenta que va una mujer, él la mira y al rato llegan unos militares y se lo llevan a la comisaria ubicada en ese sector, lo esposan y lo comienzan a interrogar sobre la mujer porque ella declaró que la iba siguiendo. Ella se bajó del auto para denunciarlo y como el negaba todo lo exposaron lo golpearon y toda la noche lo interrogaron y él negaba, a la manana lo soltaron pues no encontraron nada que lo delatara que pertenecia a un commando o algun partido. Cuando el llego a la Enami y se dirigio a ver al comandante en jefe para relatarle lo sucedido, éste le dijo, "tú te quedas callado y no le cuentas a nadie porque no tienes idea del pez gordo que te denunció".Le recalcaron que no debia contarle nada a nadie. El no le contó nunca a nadie, pero como yo no soy él yo conté lo sucedido en mi escuela y queria ir a reclamar no queria quedarme con que le pegaran quedó todo moreteado y sin derecho a nada, pero mis colegas me convencieron que dejara todo como estaba. Yo me resistia a que hubieran vejado a mi marido y yo quedarme de brazos cruzados. Con esto que nos habia pasado yo le escribi a mi cuñado que ya estaba radicado en Suecia, pues el partido lo habia ayudado a salir del pais ya que el habia sido secretario del intendente de Valparaiso, él mando a buscar a mi marido quien partió a Suecia el 12 de septiembre de 1976 de Chile. Al año siguiente cuando le salió la residencia, Anmistia Internacional nos trajo a mis hijos y a mi. Asi fue como llegamos a Suecia un 15 de noviembre de 1977. Fuimos muy bien recibidos en el aeropuerto de Arlanda por un grupo de chilenos que ya estaban aqui radicados con sus familias y mi esposo nos tenia preparada una recepción en el departamento en que viviriamos en Rinkeby por muchos años.
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